Renee Grace, de piloto de motos al mundo del sexo
Los deportistas de élite que llegan a lo más alto en el mundo del motor suelen ser auténticos prodigios, personas que se salen de la norma por sus habilidades al volante, o sobre ruedas. La mayoría de ellos han destacado ya desde bien temprana edad, mostrando unos reflejos increíbles, un talento ya casi de nacimiento para la competición. Hay quien piensa que muchos de ellos han llegado ahí por suerte, por fortuna o por contactos. Y claro que hay algo de eso en cada historia, porque también son necesarios esos ingredientes para triunfar no en el deporte, sino en la vida. Pero por encima de todo está la constancia, el trabajo y la superación, las ganas de llegar más allá, por más obstáculos que aparezcan en el camino. Sin embargo, en ocasiones esos obstáculos se vuelven insalvables y nos hacen dejar nuestro sueño… o cambiarlo por otros. El caso de Renne Gracie dio la vuelta al mundo hace ahora unos años, cuando la corredora australiana decidió pasar de las pistas a la industria del sexo.
Gracie se había convertido en toda una estrella en Australia al debutar con apenas 18 años en las competiciones más importantes del automovilismo del país. Sin embargo, tras ese comienzo pletórico, la falta de apoyos y sponsors la obligó a retirarse prematuramente de la competición cuando apenas tenía 22 años. Había marcado algunos hitos ya en ese momento, pero asumió que aquello, por más que lo soñase, era demasiado complicado. Y es que a veces está bien darse cuenta de estas cosas en lugar de seguir chocándonos contra un muro. Cambiar de dirección, incluso de vocación, es una solución que muchos deberían tener en cuenta en sus vidas. Así es como Gracie pasó de ser una chica con dos trabajos para pagarse su sueño de ser piloto, a ganar seis cifras al mes gracias a Onlyfans, la plataforma sexual del momento. Un giro radical en su vocación que le ha permitido disfrutar de una vida más tranquila. E incluso comprarse el coche de sus sueños, algo inalcanzable cuando era piloto, por más irónico que nos parezca.
Joven promesa australiana
La carrera de Renee comienza, como la de muchos otros jóvenes amantes de la velocidad, en la categoría de karts. Grandes campeones como Vettel, Hamilton o Fernando Alonso dieron sus primeros pasos en la competición a través de estos pequeños vehículos. La joven ya se destacó siendo apenas una adolescente, participando y ganando carreras mixtas, hasta llamar la atención del equipo McElrea Racing.
En el año 2003, y con apenas 18 años de edad recién cumplidos, Gracie fue la primera mujer en correr la prestigiosa Copa Porsche Carrera. Se trata de una de las competiciones automovilísticas más importantes de Australia, y la chica disputó 19 carreras en su primer año. El segundo año de competición, en 2004, sus resultados mejoraron bastante, tanto que incluso fue firmada por el equipo profesional Paul Morris.
La falta de patrocinadores acabó con su carrera
Ya en 2005 comenzaría a correr para esta escuadra, en la competición de SuperCars. Aunque su desempeño fue razonablemente positivo, la piloto tenía que enfrentarse a las críticas de la afición, e incluso de sus propios compañeros. Muchos afirmaban que Gracie no tenía el nivel para correr en estas competiciones, y que solo lo hacía por su condición de mujer. Aquellas críticas la fueron desgastando poco a poco, y en 2017 terminó abandonando esa competición para fichar por el equipo Dragon Motor. Su carrera ya estaba empezando a dar signos de desgaste, y la joven tenía que trabajar en un McDonalds para poder pagarse su continuidad en la competición, ante la falta de sponsors.
La situación se volvió insostenible a finales de ese año, cuando después de unas pocas carreras, la piloto decidió abandonar por completo la competición. Su equipo apenas la apoyaba, y correr en aquellas condiciones le estaba costando no solo dinero, sino también problemas de salud, estrés y ansiedad. Con apenas 22 años, la que fuera una de las jóvenes prodigio del automovilismo en Australia decía adiós a la competición, aun con esperanzas de volver. Fueron dos años duros para Gracie, que buscó la manera de regresar a la competición con nuevos sponsors y otro equipo diferente. Todo en vano. Al final, el pensamiento de dejar de ser piloto se instaló en su cabeza, y buscó alternativas para encauzar su vida laboral. Fue entonces cuando descubrió el portal Onlyfans, y todo cambió para ella en ese momento.
Su paso al mundo del sexo
Onlyfans había surgido en 2017 como una plataforma de micromecenazgo, a través de la cual los fans de cualquier creador de contenido podían apoyarles con suscripciones. Esos pagos daban acceso a material especial de esos creadores, como fotografías inéditas, vídeos, etc… El modelo de negocio era muy similar al de otras páginas como Patreon, solo que en el caso de Onlyfans, la plataforma fue rápidamente fagocitada por el contenido erótico y sexual. Y es que la mayoría de creadores de contenido que se iniciaban en esta página tenían que ver con este mundo. Eran actores porno, modelos eróticas o simples chicas amateur que vendían fotos subidas de tono a una gran cantidad de seguidores.
Tanto es así que muchas de ellas lograban miles de dólares al mes solo con subir un poco de contenido. Gracie entendió, como muchas de esas chicas, que aquello podía ser un negocio muy interesante. Más allá de sus habilidades en pista, su físico siempre había llamado la atención entre los aficionados. Era una chica joven, abierta de mente en lo sexual y con un cuerpo atractivo que seguramente generaría mucho interés entre los hombres en Internet. Dicho y hecho. Con el apoyo de su padre, la ex piloto decidió comenzar a subir contenido erótico a Onlyfans, y no tardó mucho en ofrecer vídeos más explícitos, donde directamente tenía relaciones ante la cámara. Su piel tatuada, sus exuberantes curvas y su actitud despreocupada ante la cámara resultaban extremadamente sexys para sus seguidores. Su llegada a Onlyfans provocó un pequeño terremoto en el automovilismo mundial. La noticia llegó a medios de todo el planeta, y ella simplemente lo tomó como buena publicidad, y aseguró que ahora ese era su modo de vida.
Un trabajo mucho más estable
En apenas unos meses, Renee pasó de vivir con sus padres y trabajar en cafeterías de comida rápida para poder sobrevivir a ganar más de 100.000 dólares mensuales. Unas ganancias que siguen disparándose años más tarde, ya que la continuidad de la ahora actriz erótica en Onlyfans es incuestionable. La experiencia le ha servido para aprender que a veces hay que saber dar un cambio de rumbo en la vida, para perseguir otros sueños que no eran los que teníamos en mente en principio.
Con esas primeras ganancias, la joven pudo comprarse un espectacular Mercedes AMG GTC Roadster, valorado en más de 350.000 dólares. Parece impensable que Gracie vuelva a pilotar, al menos de manera profesional, pero ahora que cuenta con fondos, nunca se sabe lo que puede pasar con su carrera…