Los Ángeles del infierno, delincuentes montados en Harleys
A estas alturas, y precisamente por culpa de la imagen que algunos clubs de motoristas han dado en determinados momentos de la historia reciente, muchos relacionan ya inconfundiblemente a los moteros con delincuentes peligrosos, cuando ni mucho menos es así siempre. La mayoría simplemente son amantes auténticos de la velocidad sobre dos ruedas. Aunque es cierto que determinados grupos sí que han aprovechado esa imagen para convertirse en auténticos delincuentes.
Es el caso de los Hell Angels Motorcycle Club, más conocidos como los Ángeles del Infierno, una banda norteamericana de moteros que sembró el terror durante años en determinadas zonas de Estados Unidos y que incluso se ha extendido a otros países. Muchos, sin embargo, apuntan a que no todos los miembros de este club se dedican a este tipo de actividades ilegales, y que al final pagan justos por pecadores. ¿Es así del todo?
¿Cómo y dónde se originó este club de moteros?
Los Hell´s Angels nacen en California a finales de la década de los 40, tras el periodo de la II Guerra Mundial, fundados precisamente por veteranos de aquella contienda, la familia Bishop. El nombre, según la versión oficial, fue sugerido por Arvid Olsen tras haber participado en un escuadrón de combate de aviación con ese mismo título en la Guerra de China. Se buscaba provocar terror y erigirse como un grupo temido ya solo con el propio nombre, a pesar de la referencia directa al infierno, algo que la América más conservadora seguramente no vería nada bien. El éxito del grupo se fue extendiendo a lo largo de la década de los 50, uniéndose muchos otros clubes de motoristas a esta denominación.
Actividades criminales conocidas
Como decíamos en la introducción, los Ángeles del Infierno han conseguido una fama, merecida o no, de delincuentes peligrosos, relacionados casi siempre con delitos criminales. Lo cierto es que muchos de sus miembros han sido detenidos por posesión y tráfico de drogas, extorsión y delitos vinculados a la prostitución, sobre todo en décadas anteriores. Las agencias policiales los tienen siempre en el punto de mira, aunque actualmente, desde la cúpula de Hell´s Angels se afirma que son solo unos fanáticos de las motocicletas, y que si alguno de sus miembros ha cometido algún delito, es bajo su singular responsabilidad. Es extraño, sin embargo, que la mayoría de esos miembros detenidos utilizaran sus contactos y la propia estructura del grupo para someter en a mayoría de casos a sus víctimas.
Los ángeles del infierno en España.
Nuestro país también cuenta con la presencia de estos moteros desde hace décadas. Al principio estuvieron vinculados al club de motoristas Centuriones de Barcelona, pero tras la detención de varios miembros, fundaron su propia delegación de Hell´s Angels. Desde entonces se han expandido hasta lograr situarse en once ciudades distintas, desde Madrid o Barcelona hasta Mallorca e Ibiza. Cada cierto tiempo, el grupo vuelve a los titulares por la detención de alguno de sus miembros, como en febrero, donde 23 motoristas que supuestamente pertenecían al grupo fueron detenidos en Cataluña por la muerte a golpes de otro motorista en 2017, así como acusados de otros delitos de tráfico o cultivo de drogas.
¿Es posible salir de la banda sin correr peligro?
El hermetismo de los Ángeles del Infierno es tal que en muchas ocasiones, los delitos de los que se acusan a los motoristas es precisamente haber extorsionado o incluso dañado físicamente a alguien que quería salir de la banda, tal vez con intención de contar lo que allí dentro sucedía. Desde la versión oficial se apunta a que la lealtad y el compañerismo deben ser las bases de la relación entre cualquier miembro y los demás, pero, ¿qué ocurre cuando eso se rompe? Pues que las dudas empiezan a crecer en el seno de la banda con respecto a una persona que quiere abandonarla, sobre todo si ha tenido acceso a información “delicada”.